Xataka
Contenidos contratados por la marca que se menciona.

+info

El diseño es un ingrediente de gran relevancia a la hora de idear un teléfono móvil. Pero no siempre los fabricantes son capaces de usarlo adecuadamente. Los excesos pueden ser tan perjudiciales como la carencia de unas líneas diferenciadoras elegidas con cuidado para ofrecer al usuario un producto “redondo”.

No en vano la palabra “elegante” viene de “elegir” y eso es precisamente lo que intentan hacer fabricantes como Honor con el Honor 8X: elegir meticulosamente los elementos de diseño y las líneas maestras que definen la personalidad de este terminal.

Minimalismo con máxima eficiencia

Su apariencia industrial está inspirada en la filosofía de Dieter Rams, diseñador alemán con preferencias minimalistas. Más que “menos es más”, este diseñador habla de “menos, pero con mejor ejecución”. La dificultad, cuando se trata de diseñar un smartphone, está en ese “menos”. Conseguir “menos” no es tan sencillo como reducir unos milímetros aquí y allá. Supone tener que aplicar tecnologías muy avanzadas en algunos casos o rediseñar la disposición de los componentes electrónicos en el interior del smartphone.

Uno de los elementos en el que los fabricantes han puesto el foco especialmente siguiendo esta línea de llevarlo a la mínima expresión son los marcos. En este sentido, el Honor 8X tiene menos marcos que la mayoría de los terminales del momento actual. Y cuenta con más pantalla que la mayoría también, con nada menos que 6,5″ de diagonal. Esto se traduce en una relación entre la superficie de la pantalla y la superficie total de la parte frontal del terminal del 91%.

Un móvil con el 100% de relación pantalla/cuerpo no tendría marco alguno. A partir de ahí, cuanto más se acerque el ratio a ese porcentaje supondrá tener menos marcos y más pantalla.

La conjunción de todos los elementos de diseño

Los terminales han tenido tradicionalmente una relación de aspecto de 16:9 siguiendo las directrices de las pantalla de televisión. Esto se traduce en un mayor ancho al aumentar la diagonal, entorpeciendo el agarre con una mano.

Progresivamente se han ido adoptando relaciones de aspecto más “alargadas” que permiten aumentar la diagonal sin que el ancho impida manejar el smartphone con una mano, como la 18:9, que se ha impuesto claramente este 2018, o la 19.5:9, que está apareciendo en la recta final del año y es la que luce el Honor 8X. Este formato, además, favorece el visionado de contenidos multimedia con una estética cercana a la relación 21:9 de muchas producciones cinematográficas.

El fabricante chino ha conseguido conjugar estos elementos de diseño en el Honor 8X: la relación de aspecto de 19.5:9 facilita el uso con una mano. Asimismo, la reducción de los bordes, y especialmente el inferior o “barbilla”, brinda la posibilidad de apurar aún más el tamaño de la pantalla consiguiendo una relación pantalla/cuerpo del 91%, superior a la de muchos de los recientes terminales flagship.

Parece que hablar de milímetros no es relevante; pero, en diseño, una mínima variación supone la diferencia entre pasar desapercibido o acaparar la atención entre decenas de teléfonos en principio muy parecidos. El ojo es capaz de detectar estas variaciones.

En este sentido, la pantalla del 8X, junto con el recubrimiento de cristal trasero, exhibe un acabado 2.5D en los bordes, donde se une a la carcasa. Es un acabado que da continuidad a las líneas redondeadas de la carcasa, sin llegar a ser una pantalla curva. El notch o “ceja” también hace acto de presencia, como ya es habitual en los modelos FullView. Es lo que hay: la cámara frontal y el altavoz del auricular tienen que tener su hueco y el notch es la solución más eficiente y óptima, a tenor del número de fabricantes que lo están utilizando como recurso.

La parte trasera tampoco se puede descuidar y muchas firmas llevan a ella texturas y detalles que las identifican, Honor también ha elegido con precisión milimétrica lo que quería transmitir: una estética de cámara “retro” superpuesta sobre un acabado moderno en cristal Aurora de 15 capas que crea un “efecto rejilla” y diferentes tipos de reflejos según desde donde se mire el terminal.

El aire retro se logra ubicando las dos cámaras en una franja diferenciada, con los botones de volumen, que pueden usarse como disparador, justo encima. El borde lateral, por su parte, es de metal, para que la rigidez y resistencia no sean un problema y se tenga la sensación de robustez necesaria para que el móvil se use con tranquilidad y confianza.

La tecnología sigue al diseño

Dar prioridad al diseño implica tener que elegir tecnologías que sean capaces de sustentarlo. En este caso, Honor ha tenido que recurrir a algunas de las técnicas más avanzadas del momento para la fabricación de terminales.

Concretamente, la reducción del tamaño del borde inferior es posible gracias al uso de la tecnología COF (Chip On Film) en vez de la más económica COG (Chip On Glass). COF permite recortar el borde inferior hasta en dos milímetros, llevando parte de la circuitería de la pantalla a la parte trasera y plegando la electrónica hacia atrás, como se ve en la imagen inferior.

Igualmente, se ha tenido que desplazar la antena al lateral del terminal para reducir aún más el grosor del borde inferior. Con la aplicación de la tecnología COF, se ha pasado de un borde de 9,7 mm a 5,8 mm. Moviendo la antena, se ha continuado restando de los 5,8 mm a los 4,25 mm finales. Una reducción de 1,55 mm supone invertir dos meses de tiempo de I+D más una elevada cantidad de dinero. Es el precio de ser fieles a la directrices de diseño.

Calidad fotográfica y larga autonomía

La cámara trasera del Honor 8X, detrás de su aspecto vintageesconde un sensor de 20 Mpx y apertura F:1.8 con una segunda cámara que permite añadir información de profundidad para recrear efectos de simulación de apertura o desenfoque del fondo en el modo retrato. Además, la inteligencia artificial, tan de moda últimamente, posibilita la detección automática de 22 categorías y 500 escenarios, como los de vegetación, cielo azul, flores, retrato, fuegos artificiales, etcétera.

El modo nocturno, que simula exposiciones de varios segundos sin que la foto salga movida, también forma parte de las prestaciones de este smartphone. La fotografía computacional es una tendencia adoptada de forma generalizada en los terminales premium y Honor la ha llevado al Honor 8X. La IA se aplica también a la cámara frontal de 20 Mpx.

En la dirección inversa, tenemos tendencias tecnológicas que afectan al diseño. Es el caso de las baterías de alta capacidad, a partir de 3.500 mAh. Su implementación conlleva ocupar más espacio en el interior del terminal. No obstante, el 8X aprovecha la elección de una pantalla grande, que permite usar una batería de 3.750 mAh en línea con las tendencias actuales.

En definitiva, Honor ha hecho un trabajo loable con el Honor 8X y es, además de un compendio de tecnologías de última generación, un ejercicio de diseño industrial de libro, diseñando y eligiendo tecnologías muy atrevidas e innovadoras para ser fieles a lo que se quería conseguir: menos, pero con mejor ejecución.