Los videojuegos son tan antiguos como la historia de la tecnología. En los años 50 se presentaba el primer videojuego: ‘Bertie the Brain’, del tipo ‘Tres en raya’. A partir de ahí, la idea de usar las pantallas incipientes para conectar las consolas ha ido evolucionando en paralelo al progreso de la tecnología.
Desde el mismo momento en el que las pantallas de TV llegaban a los hogares, se empezaron a desarrollar consolas como la Atari 2600, allá por 1977, o la ColecoVision en los 80. Era la época dorada de los videojuegos, refrendada en el cine por películas como ‘Juegos de Guerra’ (EE UU, 1983) o ‘Tron’ (EE UU, 1982). Paulatinamente irían aterrizando los Sinclair ZX Spectrum, Amstrad CPC, así como las primeras consolas de quinta y sexta generación, como Sony PlayStation (1994) o Microsoft Xbox (2001), respectivamente.
A modo de resumen, aquí tienes un listado con las diferentes generaciones de consolas. En la octava, hemos incluido a los smartphones, en un momento en el que jugar con el móvil es una experiencia cada vez más cuidada por los fabricantes y los desarrolladores de videojuegos.
Generación | Periodo | Consolas de referencia |
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1ª | 1972–1977 | Magnavox Odyssey |
2ª | 1976–1983 | Atari 2600 |
3ª | 1983–1987 | NES |
4ª | 1987–1993 | SNES/Genesis |
5ª | 1993–1998 | PS1/N64/Saturn |
6ª | 1998–2005 | Dreamcast/PS2/Gamecube/Xbox |
7ª | 2005–2012 | PS3/360/Wii |
8ª | 2012-Presente | PS4/XB1/WiiU/Nintendo Switch, smartphones |
La idea de llevar los videojuegos al espacio de la portabilidad también empezó a materializarse de una forma temprana. En 1980, Nintendo presentaba las consolas portátiles ‘Game & Watch’. Por cierto, si quieres jugar con ellas en la pantalla de tu ordenador, puedes hacerlo a través de esta web, donde hay una extensa colección de títulos.
Ya en 1989, Nintendo lanzaba la Game Boy y Sony hacía lo propio con la PSP en 2005. La consola portátil que está en boga en estos tiempos es la Nintendo Switch, que data de 2017 y pertenece a la octava generación. Pero, el sector se ha hecho más móvil y ubicuo que nunca gracias a otro actor que se ha ido colando en el gaming.
Los móviles como consolas
En los últimos años, estamos asistiendo al auge de otros dispositivos que empiezan a ser rivales para las consolas portátiles: los smartphones. A medida que los chips de los teléfonos mejoran en prestaciones y las pantallas aumentan de tamaño y avanzan en tecnologías de visualización, los desarrolladores de videojuegos empiezan a ver cómo esta plataforma se convierte en la preferida para jugar. Especialmente relevante para ello ha sido la llegada de las pantallas IPS LCD y OLED de alta calidad o la compatibilidad con HDR.
En el mundo hay unos 2.500 millones de usuarios de smartphones, lo cual supone también una oportunidad para llegar a una audiencia mayor frente a las decenas de millones o centenas en algunos casos que se barajan con las consolas portátiles. Además, en los dispositivos móviles es frecuente encontrar la modalidad de juego gratuito, donde la monetización proviene de compras dentro del título.
La conectividad permanente de los smartphones a través de WiFi y 4Ghace que sea posible realizar compras en los juegos desde cualquier ubicación. En cambio, las consolas portátiles suelen estar desconectadas salvo que haya alguna conexión WiFi pública.
Igualmente, los fabricantes están introduciendo tecnologías que permiten elegir la conectividad óptima en cada momento, como Link Turbo de Honor, que debuta con el modelo View20. La conectividad móvil proporciona latencias muy bajas que son perfectas para las modalidades multijugador.
Desde el punto de vista de la programación, las plataformas iOS y Android posibilitan el desarrollo de experiencias lúdicas en muy distintos géneros con una calidad gráfica y una lógica e inteligencia artificial capaz de rivalizar con las consolas portátiles, las de sobremesa e incluso equipos portátiles.
No podemos olvidar que los móviles se renuevan con una periodicidad superior a la de las consolas. Es más, teniendo en cuenta que las tecnologías de los buques insignia de una generación pasan a los terminales de gamas medias de la siguiente y a los de las bajas después, el rendimiento medio aumenta y más usuarios acceden a títulos más ambiciosos con una experiencia óptima.
Un ejemplo concreto: el Honor View20
Modelos como el recién salido del horno View20 de Honor concentran todas las tendencias actuales y hacen que se conjugue un rendimiento de flagship con un precio de gama media y una experiencia de uso alineada con las tendencias más recientes. Estas pasan por la presencia de un display de gran tamaño con marcos de mínimo grosor y máxima relación pantalla/cuerpo. De hecho, exhibe una pantalla de 6,4″ con una relación pantalla/cuerpo en torno al 91,8%.
Sus avanzadas prestaciones se escenifican a través de un procesador Kirin 980 con tecnología de 7 nm y GPU Mali G76 MP10 de última generación, donde también encontramos la tecnología GPU Turbo para optimizar el rendimiento y el consumo de energía mientras jugamos. La dotación de RAM y almacenamiento ─con una elevada velocidad de transferencia─ oscila respectivamente entre 6 y 8 GB y 128 y 256 GB, según el modelo. La batería, otro apartado importante de cara a lograr una experiencia lúdica sin peros, alcanza los 4.000 mAh.
Otro detalle que se empieza a cuidar en los smartphones es el de la refrigeración. Los juegos hacen que la CPU y la GPU funcionen a altas frecuencias durante mucho tiempo, por lo que es esencial que el calor se disipe rápidamente. En las consolas, esta cuestión se ha tenido en cuenta desde siempre, pero en los smartphones es una relativa novedad. Honor, por ejemplo, incluye un sistema de refrigeración mediante heatpipes en el View20 que ha bautizado como «The Nine» (ver imagen superior).
Y para que la inmersión sea total, también necesitamos una pantalla capaz de representar sin «ruido» la escena. La cámara perforada en un lateral de la pantalla reemplaza a un notch bastante molesto en juegos. Más aún, esta innovación, debuta en este Honor antes que en terminales de gamas más altas de otros fabricantes.
Asimismo, se empiezan a ver apps nativas para organizar los títulos, evitar notificaciones durante una partida, priorizar la conexión de red para favorecer el tráfico de los juegos… En el caso del fabricante chino, esta app es la Honor Game Suite y viene preinstalada.
Llegan los juegos top
A la vista de este derroche de tecnología que detectamos en un mayor número de terminales dentro de diferentes segmentos, los creadores de videojuegos ya pueden poner toda la carne en el asador de los smartphones. Los tiempos del ‘Candy Crush’, con todo lo recientes que son, quedan atrás.
No es que el ‘Candy Crush’ sea un mal título, ni mucho menos, tan solo se trata de hacer notar que hace poco solo era posible llevar a los móviles juegos de tipo plataformas, arcade básico o de tipo “puzzle” como en el caso de ‘Candy Crush’, con tecnología 2D. Ahora, ya es posible jugar en nuestros móviles a plataformas, RPGs, de carreras, de acción y aventuras, First Person Shooters, o FPS, de estrategia, de simulación o arcades complejos.
Un terminal como el Honor View20 puede con todo: desde ‘Fortnite’ hasta ‘PUBG Mobile’, pasando por títulos como ‘Asphalt 9’, sumamente exigentes en cuanto a rendimiento de la GPU y la CPU.
En el pasado, hubo fenómenos mediáticos como ‘Pokémon Go’ que causaron furor entre todo tipo de audiencias. Terminales como el lanzamiento estrella de la firma asiática también son capaces de mover estos títulos, por supuesto, con el atractivo adicional de adoptar tecnologías como GPU Turbo que incrementan la autonomía. Precisamente, la batería era clave para jugar con aquel título de realidad aumentada.
Máxima calidad visual
En Android, los desarrolladores preparan sus juegos para que la experiencia sea fluida. Si un título se ejecuta sobre un teléfono modesto, ajustará la calidad gráfica a lo que el hardware pueda dar en términos de GPU. La prioridad es tener una tasa de frames de entre 30 y 60 fps. Si el hardware admite un mayor nivel de detalle gráfico, bien. En caso contrario, se van eliminando elementos o reduciendo la resolución o el nivel de detalle.
En terminales solventes, como puede ser aquellos equipados con el SoC Kirin 980 de Huawei, los juegos se configuran con una calidad gráfica máxima, ofreciendo una experiencia lúdica cada vez más cercana a la de una consola. Estos ajustes suelen ser automáticos, por lo que podemos pensar que todos los móviles son capaces de jugar con todo, pero no con una calidad gráfica comparable a la de una consola.
Efectos como motion blur o difuminado de movimiento, la adición de elementos tales como las gotas de lluvia o un mayor detalle de gráficos diferencian a un terminal con un hardware potente de otros con configuraciones menos ambiciosas.
A la hora de elegir un teléfono que podamos usar como dispositivo para jugar, es fundamental que la tecnología gráfica sea lo más reciente posible para ejecutar los títulos más exigentes de ahora y los que vengan en el futuro. En modelos como el Honor View20, la calidad gráfica está en la élite gracias al mencionado SoC Kirin 980 de última generación con la GPU Mali-G76 con 10 cores gráficos, que sigue siendo el referente en tecnología para smartphones.
Una tendencia que se consolida
El uso de los smartphones como consolas de videojuegos es posible desde hace algunos años, al menos en cuanto a potencia gráfica y de CPU. Pero ahora, con el desembarco de títulos como ‘PUBG’ o ‘Fortnite’ en Android, la oferta de juegos top para móviles parece que está cogiendo carrerilla.
Otras propuestas como ‘Los Lemmings’, un clásico de hace años, han sido reeditadas. E incluso Nintendo admite que, si la tendencia se torna más favorable para los smartphones, dejaría las consolas para dedicarse a desarrollar juegos para las plataformas móviles.
Imágenes | Honor, Manu Arenas, capturas de Fortnite y Asphalt 9