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Acabamos de dejar el otoño y aún podemos apreciar en algunas zonas los atractivos colores y tonalidades de los árboles y las hojas esparcidas por doquier que caracterizan a esta época especialmente llamativa en su gama cromática. Los lugares, que durante la primavera y el verano nos parecían esencialmente verdes, en otoño se convierten en un festival de color y en invierno dejan paso a un manto banco lleno de destellos. Además, estos tonos cambian casi de un día para otro.

Hace años era común ver a los fotógrafos sacar sus cámaras y sus trípodes para capturar las escenas más vivas y propias de la época, pero los smartphones han alcanzado un grado de calidad en sus cámaras suficientemente elevado como para que las fotos que hagamos con ellos sean detalladas y ricas en matices hasta el punto de rivalizar con los resultados obtenidos con cámaras dedicadas.

Si las condiciones de luz son buenas y no necesitamos recurrir a ópticas muy especializadas, como pueda ser un teleobjetivo de más de 100 mm, un gran angular o un macro, terminales móviles incluso de gamas medias están preparados para hacer un buen trabajo capturando las escenas otoñales.

Buenas ópticas y sensores

El punto de partida es contar con ópticas y sensores capaces de capturar la luz de un modo correcto. En terminales como el Honor 8Xtenemos una cámara trasera principal con 20 Mpx y apertura de F1.8, con la que se puede conseguir una notable cantidad de detalle. La cámara frontal también está cuidada incluso en modelos de gamas medias como el mencionado.

De todos modos, la óptica y los sensores son solo una parte de la ecuación de la fotografía móvil. El procesamiento digital de las imágenes es otro ingrediente que cobra protagonismo a medida que los smartphones se hacen más inteligentes y los procesadores de imagen ganan en complejidad.

La IA, un ayudante muy conveniente

De los avances que más están contribuyendo a hacer que sea muy fácil sacar el máximo partido posible a las cámaras de los móviles sin necesidad de ser un experto en su uso o en fotografía, la inteligencia artificial es uno de los más sobresalientes. La IA analiza la imagen capturada por la cámara en tiempo real, identifica el tipo de contexto y ajusta los parámetros para que se enfatice la “esencia” de la escena en cuestión.

En realidad, es un proceso más automático que inteligente. Todo se basa en algoritmos que procesan las imágenes para identificar patrones y elementos que caracterizan un entorno determinado. Por ejemplo, en otoño, las hojas y los colores son característicos de esta época y es frecuente encontrarnos con una IA que reconoce correctamente la estación como parte de las escenas que es capaz de identificar.

Cómo hacer fotos optimizadas para la estación

La IA se puede ver, desde cierto punto de vista, como un especialista en edición fotográfica. Una vez que ha reconocido una escena, hace la foto y la edita de un modo automático y digital para realzar los aspectos que singularizan, en nuestro ejemplo, al otoño. Una temperatura de color cálida o colores enfatizados son parte de los ajustes que una IA aplica a las instantáneas que entran dentro de la categoría de “otoñales”.

De este modo, nos ahorramos la tarea de abrir un editor y realizar los cambios nosotros mismos para realzar esos puntos. Si queremos una foto más “fidedigna”, siempre podemos usar un modo sin IA o el profesional (manual), si el equipo lo permite.

Lo importante al hacer fotos de esta temporada es encontrar el encuadre y la composición óptimos para que sean lo más luminosas como sea posible.

En este sentido, es interesante que encontremos un enfoque en el que tengamos el sol detrás, incidiendo en las hojas sin que haya contraluces. Los contraluces apagan los colores. Y por mucho que usemos HDR o tratemos de compensar la exposición a través de un editor de fotografía, perderemos fuerza en los tonos.

El otoño es un momento en el que las hojas dejan entrever lo que hay detrás. No sucede como en primavera y verano, cuando las hojas lo tupen todo. Ahora, hay margen para entrever lo que hay más allá de la hojarasca y para usar esta circunstancia como una herramienta creativa. Para ejemplificar este punto, podéis observar la imagen superior, para la que hemos usado un terminal Honor 8X con IA activada.

Selfies con HDR

Los autorretratos son también propicios para esta época del año. Es relativamente fácil encontrar escenarios en los que podemos usar las hojas de los árboles para crear marcos naturales para un selfie  y es una técnica que podemos extrapolar a cualquier otro elemento propio de otra estación, como la nieve del invierno.

En este caso, la IA también ayuda. De hecho, empieza a haber teléfonos que integran funciones de IA en la cámara selfieConcretamente, el Honor 8X aplica efectos de HDR en las imágenes. En los autorretratos es una aplicación de la IA especialmente interesante, al compensar el efecto de contraluz que sucede cuando el fondo es más luminoso que el rostro. Es algo que suele ocurrir en esta clase de captura, en la que es mas cómodo tener la luz detrás para evitar que nos deslumbre.

El resultado es óptimo, considerando que en un contraluz los colores tienden a apagarse. Pasa, pero la IA del Honor 8X compensa bastante bien los efectos secundarios asociados a este tipo de ambientes.

El modo vegetación también vale

Para hacer fotos del otoño, los modos de IA del tipo de flores, vegetación o cielo azul también son válidos. La combinación de colores de un césped verde con hojas ocre es igualmente muy atractiva desde el punto de vista estético. Y el cielo azul como fondo para un árbol desnudo típico del invierno resulta perfecto para inmortalizar también en la época más fría del año.

En el caso del modo vegetación se enfatizan los tonos verdes, y en el de cielo azul, los tonos azules. Pero en ambos tenemos colores intensos que combinan bien.

Es posible echar mano de los tópicos

En las fotos estacionales hay infinidad de estereotipos que funcionan muy bien cuando se trata de retratar esta estación. Los caminos forrados de hojas o los bancos solitarios en parques nevados son elementos que en otoño e invierno lucen más. Son tiempos para el recogimiento y los ritmos lentos.

Lo bueno de los móviles es que los tenemos siempre a mano para capturar ese momento especial que nos llama la atención. La IA es una buena aliada y en gran cantidad de ocasiones es capaz de hacer un notable trabajo de edición por nosotros, enfatizando tonalidades, ajustando la temperatura de color, etcétera. Los modos específicos para nuestra estación protagonista son evidentes, pero también los modos vegetación y cielo azul brindan la oportunidad de obtener buenos resultados en terminales como el Honor 8X, como podéis apreciar en el siguiente vídeo:

En otros smartphones que integren IA, habrá que buscar los modos equivalentes. La IA aplicada a los selfies es otro punto interesante, especialmente en el capítulo del HDR automático, que permitirá salvar bastantes capturas que, de otro modo, nos harían aparecer con el rostro en sombra o contraluz. Con todo, lo mejor es sair a la calle, disfrutar de los estímulos visuales y ponerse a disparar.

Imágenes | Manu Arenas y material gráfico de Honor